Las tarjetas de Banco Mediolanum de débito y crédito pueden usarse como medios de pago o de financiación, pero antes de decidir cuál te conviene más, vamos a repasar las características principales de ambos tipos de productos.
Lo primero en lo que debes fijarte cuando vayas a analizar las tarjetas de Banco Mediolanum es en las comisiones que puedan tener asociadas. Por ejemplo, ¿te cobran por emitir el plástico? ¿Te tocará abonar todos los años un extra solo por tenerla contratada?
Como no todo son inconvenientes, también puedes buscar las ventajas que puedan ofrecerte las tarjetas de Banco Mediolanum. Es posible que te encuentres con seguros, descuentos en algunos establecimientos o, incluso, con la devolución de un porcentaje de tus compras. Por otro lado, lo más probable es que tengas que vincular tu tarjeta a una cuenta del banco, así que también tendrás que estudiar si este producto adicional se ajusta a tus necesidades.
Si entramos en las características concretas de cada modalidad, las tarjetas de débito de Banco Mediolanum pueden usarse para pagar con el dinero que tengas en tu cuenta en cualquier comercio, para hacer compras online o retirar efectivo gratis de los cajeros de la entidad. Tendrás que estar pendiente del saldo de tu tarjeta de débito de Banco Mediolanum si quieres evitar quedarte en números rojos (y pagar una penalización por ello).
Con las tarjetas de crédito de Banco Mediolanum el funcionamiento es diferente, porque aquí es el banco el que te anticipa el dinero, tanto si tienes ahorros como si no. Tendrás que devolverlo al mes siguiente en su totalidad o repartir en plazos la deuda. Esta segunda opción, que convierte a estos plásticos en una especie de préstamo, suele exigir el pago de intereses. Estos normalmente se expresan en forma de porcentaje y bajo el concepto de TIN (Tipo de Interés Nominal).