Tarjetas de débito: Tarjeta Repsol Débito de Caixabank

La Tarjeta Repsol Débito de Caixabank te permitirá gestionar tus ahorros y te servirá como método de pago o para retirar efectivo, que en ambos casos se irá restándose del total de tu saldo bancario. Por seguir este funcionamiento, la clasificamos como una tarjeta de débito, para la cual necesitarás tener abierta una cuenta con Caixabank. Este producto de vinculación obligatoria al plastico no tiene comisiones, siempre y cuando domicilies una nómina a partir de 600 euros y hagas al menos tres pagos al trimestre con tu tarjeta. De lo contrario, te cobrarán una cuota anual de 48 euros. Además, la propia tarjeta también tiene su coste: 30 euros al año que se cobrarán en concepto de emisión (el primero) y de mantenimiento.

Una de las principales ventajas de la Tarjeta Repsol Débito de Caixabank es que podrás disponer sin coste de los cajeros de la red del grupo financiero (con más de 14.000 puntos repartidos por España) para sacar efectivo gratis. Fuera de la red, también podrás hacer extracciones y no te cobrarán, aunque sí tendrás que asumir la comisión del banco dueño del cajero en el que hagas la operación.

El otro reclamo de la Tarjeta Repsol Débito de Caixabank* consiste en su programa de descuentos, con el que podrás ahorrar hasta 7 céntimos por cada litro de carburante que repostes en gasolineras del Grupo Repsol. Además, podrás conseguir un 5% de descuento en tiendas, lubricantes, lavados y Blue+ en estaciones de servicio Repsol.

Como este producto está pensado para tus viajes, siempre que los pagues con tu tarjeta podrás acceder a las coberturas de los seguros de accidentes y de asistencia en viaje que ofrece Caixabank.