Seguro de impago de alquiler: ¿cómo funciona?
El seguro de impago de alquiler te protege si tu inquilino deja de abonar su renta mensual y también te otorga asesoramiento jurídico y te cubre los daños por actos vandálicos.
Los seguros de impago de alquiler protegen al propietario de un inmueble alquilado contra los posibles incumplimientos de la renta mensual por parte del arrendatario. Se trata de productos al alza, que aportan tranquilidad extra a las personas que están alquilando una vivienda de su propiedad. Su contratación ha aumentado un 30% por la aprobación de la Ley de Vivienda, que dificulta los desahucios por impago para proteger a los más vulnerables ante el aumento de precios en el mercado, según datos del Observatorio Español de Seguro de Alquiler (OESA).
En este artículo te explicamos todos los detalles sobre los seguros de impago de alquiler: cómo funcionan, sus coberturas… Recuerda, eso sí, que algunos de los mejores seguros de hogar del mercado cuentan con protección ante impago, aunque generalmente suele ser más incompleta que la que ofrece una póliza dedicada.
¿Qué es un seguro de impago de alquiler?
Los seguros de impago del alquiler se ocupan de tres cosas: recuperar los recibos impagados, ofrecer protección jurídica al propietario y hacerse cargo de los daños ocasionados en la vivienda por parte del inquilino. Si el arrendatario deja de pagar, con esta póliza podrás cobrar las rentas impagadas una vez exista sentencia firme. Mientras concluye el proceso, recibes asesoramiento legal y gestiones relacionadas con la denuncia correspondiente.
¿Qué cubre un seguro de impago?
Las coberturas básicas de los seguros para impagos de alquiler son las siguientes:
Cubriendo el coste legal de los requerimientos y encargándose de todo el proceso.
Siempre que exista sentencia firme. Puedes elegir las mensualidades que quedan cubiertas por la póliza: cuantas más entren dentro del seguro, más tranquilidad, pero la cuota será mayor.
Normalmente con un tope máximo que suele rondar los 3.000 euros.
En caso de tener que acudir a los tribunales.
- Asistencia en caso de averías.
- Reclamaciones a otras compañías de seguros.
- Reclamación de daños y perjuicios.
¿Qué requisitos exige el seguro de impago de alquiler?
Para poder contratar un seguro de impago de alquiler, la aseguradora realizará antes un estudio de la solvencia económica del posible inquilino. Para ello, la compañía puede solicitar al arrendatario una copia de su contrato de trabajo, de su DNI y de las tres últimas nóminas. A cambio, el inquilino se evitará tener que pagar una fianza o pedir un aval bancario, que implica un gasto en comisiones bastante elevado.
Otros requisitos que deben cumplirse para poder contratar este tipo de seguros son:
- El posible inquilino no puede estar incluido en ningún registro de morosidad.
- La renta anual que se le pida al arrendatario no puede ser superior al 45% de sus ingresos netos.
- Que el contrato de alquiler tenga una duración, como mínimo, de un año. Esto quiere decir que no se pueden contratar para alquileres de temporada, locales de negocio, subarrendamientos, alquileres rústicos y de viviendas que no tengan condiciones de habitabilidad.
Otras fórmulas para protegerse de un posible impago
Además del seguro de impago, existen otras fórmulas para cubrir un posible impago. Pueden funcionar como un complemento del seguro en caso de que busques una protección extra. Te las detallamos:
Pedir una fianza o un aval
Actualmente, la fianza o el aval (o ambas) son las fórmulas más comunes de asegurar el pago en caso de que el inquilino no abone algún mes de alquiler. Según lo establecido por ley, se debe solicitar un mes máximo de fianza que se deposita en el organismo de la comunidad autónoma correspondiente. Además, el arrendador puede pedir hasta dos meses adicionales de renta como garantía adicional.
Cuando el inquilino deja la vivienda, el propietario está obligado a devolver la cantidad depositada, pero puede descontar el coste de los desperfectos que se hayan producido en el inmueble, siempre y cuando estos los haya causado el inquilino. También puede usar la fianza para abonar recibos pendientes de luz, gas o agua.
Por otro lado, si se solicita un aval bancario, será la entidad bancaria del inquilino la que se comprometa a avalar la deuda en caso de que la hubiera. Normalmente, el casero suele pedir el equivalente a cuatro o cinco mensualidades de alquiler.
Acudir al ayuntamiento o tu comunidad autónoma
Algunas comunidades autónomas o ayuntamientos ponen a disposición de los usuarios fórmulas para facilitar el arrendamiento y garantizar el pago. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid funciona desde 2008 el Plan Alquila, que, entre otras cosas, ofrece un seguro de impago del alquiler durante un año.
Incluir cláusulas de arbitraje en el contrato
Incluir cláusulas de arbitraje en un contrato de alquiler implica que tanto el casero como el inquilino renuncian a acudir a los tribunales en caso de conflicto y se comprometen a someterse, en cambio, al arbitraje del organismo correspondiente. En general, los procedimientos de arbitraje duran hasta seis meses menos que un contencioso en los tribunales.