Con esta cobertura obligatoria y presente en cualquier póliza de coche, estarán cubiertos los daños que puedas causar a terceras personas.
Los seguros a terceros suelen incluir la posible necesidad de un abogado en caso de incidente, aunque quedarás excluido si cometiste alguna ilegalidad en el suceso (por ejemplo, conducir bajo los efectos del alcohol).
Esta cobertura, imprescindible para evitar sustos, puede llegar a incluir noches de hotel en caso de necesitarlo, la reposición de combustible, la pérdida de llaves o el cambio de rueda.
Los seguros de automóvil a terceros pueden incluir indemnizaciones en caso de accidente que cubran tanto la invalidez permanente como el fallecimiento del asegurado.
Las aseguradoras te indemnizarán con el equivalente al valor de tu coche en caso de sustracción ilegítima o en caso de incendio o explosión, ya sean provocados por avería o vandalismo.
Con esta cobertura estarán cubiertos los daños que pueda sufrir tu vehículo en caso de que hayas sido tú el causante del accidente, no sepas quién es el culpable o sufras algún percance.
Dentro de las modalidades de seguros de coche, los más completos son los seguros a todo riesgo. Este tipo de pólizas son perfectas si tu coche es nuevo o tiene un gran valor, ya que no solo cubrirá la responsabilidad civil obligatoria (básica en todos los seguros de coche), sino que también hará frente a los daños propios de tu vehículo en caso de que seas el culpable del siniestro, siempre, claro está, con algunas excepciones.
Aunque el seguro a todo riesgo es el más completo del mercado, también es el más caro. Por lo tanto, si estás pensando en contratar un seguro de coche o en renovar tu póliza, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿es el seguro a todo riesgo adecuado para ti?
Por lo general, los conductores con un coche nuevo prefieren hacerse una póliza a todo riesgo durante los primeros años del vehículo, ya que este tendrá más valor y será más caro repararlo en caso de siniestro. Sin embargo, cuando tu vehículo ya tiene una edad considerable o simplemente no tiene mucho valor en el mercado, es mejor que contrates una póliza a terceros ampliado, que te cubrirá los daños por robo e incendios, además de las roturas de lunas, pero no tendrás la cobertura de daños propios. Por lo tanto, saber si merece la pena o no contratar un seguro de coche a todo riesgo dependerá de la edad y características de tu vehículo.
Si la prima anual de los seguros a todo riesgo se escapa de tu presupuesto, pero no quieres renunciar a la cobertura de daños propios, la mejor opción es contratar un seguro de coche a todo riesgo con franquicia.
De esta manera, compartirás una parte de los gastos de posibles reparaciones con tu aseguradora, hasta cierto límite. Por ejemplo, si en un accidente en el que has sido el causante tu coche sufre daños por 1.000 euros y tienes contratada una franquicia de 600 euros, tendrás que hacerte cargo de los gastos hasta llegar a esta cantidad. De los 400 euros restantes, se encargará la aseguradora. Con un seguro a todo riesgo con franquicia, podrás ahorrar hasta 574 euros en la prima anual de tu póliza.