5 cosas que debes mirar antes de cambiarte de compañía para ahorrar en tus facturas
Cambiar de proveedor para elegir los más baratos del mercado permite un ahorro medio por hogar de 1.800 euros año, cifra que sube hasta los 3.300 euros si se tenían contratados los servicios más caros.
Conocer los plazos que marca la ley, entender cómo funcionan las permanencias, observar la duración de las promociones, analizar los servicios extra que nos sugieren contratar y comprender en qué mercado estamos y cómo nos impacta son las 5 cosas clave que debes mirar antes de cambiarte de compañía para ahorrar en tus facturas.
Mudarte a otra compañía es la medida más efectiva que puedes tomar para ahorrar en tus facturas del hogar. De hecho, esta medida permite un ahorro medio de 1.188 euros por familia de media, cifra que puede subir hasta los 3.355 euros si se tenían contratados los proveedores más caros, según datos de Kelisto*.
Para que sepas cómo analizar cada una de estas cuestiones, a continuación te las detallamos:
1. Los plazos para poder cambiarte
Podemos cambiarnos de compañía siempre que queramos y sin coste, con 2 excepciones:
- En las compañías de seguros, hay que avisar con más de un mes de antelación para que nuestro contrato no se renueve y podamos irnos sin asumir ningún coste. Es preferible notificar por burofax la decisión de no renovar el contrato, para que haya constancia expresa de nuestra intención; si no es posible mandar un burofax, es preferible la vía del correo electrónico antes que la llamada telefónica.
- En el resto de las compañías (bancos, telecomunicaciones, luz y gas…), si tenemos un compromiso de permanencia, hay que esperar a cumplirlo. Si no, nos pueden aplicar una penalización.
Por otro lado, si una compañía nos va a subir los precios, nos tiene que avisar con antelación:
- Dos meses antes en el caso de los seguros y de los productos bancarios (por ejemplo, una cuenta).
- Un mes antes en los servicios de telecomunicaciones.
En estos casos, tengo derecho a mudarme a otra compañía sin importar si tenía algún compromiso de permanencia.
2. La permanencia
Las compañías tienen libertad para imponer los compromisos de permanencia que quieran con sus servicios, pero ten en cuenta que:
- En las tarifas de Internet y telefonía no pueden superar los 24 meses.
- En y en el mercado energético hay restricciones a la cuantía de la multa por saltarnos la permanencia. Concretamente, la penalización no puede superar el 5% de la energía que la compañía estima, según tu consumo habitual, que ibas a gastar desde el momento actual hasta la finalización de tu contrato.
En los servicios donde es más común ver permanencias es:
- Los paquetes de telecomunicaciones (lo habitual que sean de 12 meses y se ven en tarifas que incluyen Internet, pero rara vez en las de solo móvil)
- Las cuentas bancarias con regalos
Por otro lado, aunque hayamos respetado la permanencia, antes de irnos es importante revisar nuestro contrato y comprobar (por ejemplo, en el caso de las tarifas de Internet) si nos obligan a devolver el router, si hay que hacerlo en el embalaje original, etc.
3. La duración de las promociones
Cuando nos encontramos con una promoción puntual es importante:
- Entender cuál va a ser la tarifa que vamos a tener después de la promoción: de esa forma, sabremos si la oferta sigue siendo barata o si nos tenemos que cambiar.
- Mirar si la promoción dura menos que la permanencia que tengamos: por ejemplo, si nos prometen una tarifa de fibra muy barata durante 3 meses, que luego sube, y tengo una permanencia de 12 meses, me tocará estar atado a una misma compañía aunque ahora me cobren mucho más.
4. Los productos/servicios extra que hay que contratar
Es algo muy habitual en las hipotecas, pero también pasa -por ejemplo- con tarifas de luz que exigen al cliente contratar una tarifa de mantenimiento para disfrutar de la mejor oferta.
En estos casos debes sopesar si:
- Ese “extra” realmente te hace falta.
- El coste que tendrás que asumir.
- Qué pasará con tu tarifa si decides prescindir de estos servicios.
5. En qué mercado estoy (luz y gas)
- Si estoy en el mercado regulado solo tengo una opción para elegir; en el libre, tendré que mirar cuáles son las ofertas más baratas que me ofrecen las compañías que participan en él.
- Si cumples los criterios para pedir el bono social, es muy posible que te interese el mercado regulado; si no, es mejor irte al libre.
🟢 Mercado libre o mercado regulado: ¿cuál es más barato para contratar la luz?
Otras cosas que debes tener en cuenta antes de cambiarte de compañía
- En la mayoría de los casos, basta con avisar por teléfono a nuestra actual compañía, pero hay casos peculiares, como los SEGUROS, en los que tenemos que avisar un mes antes y por escrito.
- Mucha gente no lo sabe, pero desde 2019 cambiar de BANCO es casi tan sencillo como hacer una portabilidad de móvil: la ley de traslado de cuenta de pagos hace que, con solo facilitar tus datos bancarios a tu nueva entidad, esta se encargue de todo (incluso de cerrar tu antigua cuenta, pasarte los recibos domiciliados, etc.) en un plazo de 12 días.
- Si te cambias de compañía de LUZ o de GAS nunca tendrás cortes de suministro y podrás estar funcionando con tu nueva compañía en solo 10-20 días.
- Si te cambias de compañía de INTERNET y MÓVIL, ten en cuenta que ellos se encargarán de todos los cambios relativos a tu móvil (y nunca te quedarás sin línea ni datos), pero en el caso de la fibra, tú tienes que dar de baja el servicio en tu antigua compañía (la nueva se encarga del nuevo alta).
Ejemplo 1: qué mirar en tu factura para cambiarte de compañía de luz
En qué fijarse (por orden) para saber si pagamos mucho por la luz
- En qué tipo de mercado estamos y qué modalidad tenemos contratada. Podemos estar en el mercado regulado (con precios fijados por el Estado) o en el mercado libre. Si estamos en el mercado libre, podemos tener precio fijo (con el mismo coste del kWh a cualquier hora del día), con discriminación horaria (tres precios distintos dependiendo del tramo horario) o podemos estar en la modalidad variable o indexada (el precio cambia constantemente dependiendo del mercado).
- En el precio del término de energía o de consumo. Como podemos ver en la factura, es el concepto más importante. Debemos fijarnos directamente en el precio de cada kWh. Tal y como está el mercado libre a día de hoy, un coste por debajo de los 0,10 euros es muy barato y por encima de los 0,14 euros empieza a ser caro.
- En el precio de la potencia, es decir, la capacidad que contratamos para poner varios electrodomésticos a la vez. En caso de duda entre dos tarifas porque tienen un término de energía de coste similar, esto te puede ayudar a desempatar: y debes vigilarlo, porque algunas comercializadoras esconden aquí el sobrecoste. Además, fíjate en cuánta potencia tienes contratada. Para un hogar de tamaño medio (cuatro integrantes), 4 kW son suficientes para que (casi) nunca te salten los plomos.
- Otros costes. Hay costes regulados de los que no te vas a poder librar (el alquiler del contador, la aportación del bono social, los impuestos) pero es posible que estés pagando por servicios que no necesitas: por ejemplo, por servicios de asistencia técnica de los que puedes prescindir, si bien son recomendables.
Qué necesitas para cambiarte de comercializadora de luz
Cambiarte de empresa comercializadora de luz es un proceso mucho más sencillo y rápido de lo que parece. Solo necesitas tus datos personales (nombre, DNI del titular y dirección de la vivienda en la que se va a realizar el cambio) y el código CUPS, cuyo lugar cambia dependiendo de la empresa pero que siempre podrás encontrar en el último recibo.
Ejemplo 2: qué mirar en tu factura para cambiarte de compañía de Internet y móvil
En qué fijarse (por orden) para saber si pagamos mucho por la Internet y móvil
Primero debemos entender si tenemos contratado lo que realmente necesitamos. Y para ello vamos a mirar:
1. Fibra: en un hogar con un uso no intensivo de la fibra óptica (sin muchos dispositivos conectados a la vez), con 1-2 ordenadores, más televisión online, sería más que suficiente con 300 o 600 Mb.
2. Datos en el móvil: para entender si tenemos más de lo que necesitamos, basta con mirar en nuestro móvil (en “Ajustes” para entender los datos que consumimos y si tenemos contratado más de la cuenta.
3. Llamadas: ¿realmente necesitamos llamadas ilimitadas? Para comprobarlo, en nuestras últimas facturas podemos ver los minutos de móvil que hemos consumidor, de forma que veamos si con menos nos bastaría.
4. Fijo: muchos paquetes incluyen teléfono fijo, pero si no le damos uso, podemos irnos a una tarifa que no lo incluya.
Una vez tengamos claro qué tipo de paquete necesitamos, podemos irnos a un comparador como el de Kelisto, señalar qué tarifa de fibra y móvil necesito y consultar qué compañía tiene el precio más barato.
Qué necesitas para cambiarte de compañía de Internet y móvil
Para cambiar de compañía solo necesitarás facilitar tu nombre y apellidos, dirección (para comprobar tu cobertura de fibra), tu número de teléfono y tus datos bancarios. Con eso será suficiente para iniciar todo el proceso. Recuerda, eso sí, que en el caso de la fibra tú tendrás que encargarte de dar de baja el servicio con tu anterior compañía y de devolver el router, si así te lo piden.
3 medidas de ahorro esenciales para ahorrar en tus facturas
Cada familia gasta una media de 18.461 euros en pagar facturas del hogar: si se eligen los proveedores más baratos, esta cifra puede recortarse en 1.800€/año, cifra que sube hasta el 3.300€/año si se tenían contratadas las tarifas más caras. Además, las herramientas que ofrecemos al usuario en Kelisto permiten conocer todas las ofertas del mercado y cambiarnos de compañía en solo unos minutos. El cambio de casi todos los servicios del hogar es fácil, gratuito y queda tramitado en solo unos días.
Es muy común que tengamos contratadas tarifas y/o coberturas que realmente no necesitamos o que están por encima de nuestro consumo real. Por ejemplo:
- Personas que tienen un coche de 8-10 años, pero aún tienen un todo riesgo cuando NO es necesario.
- Personas con datos ilimitados en su móvil que se pasan el día conectados a la wifi del trabajo o de su casa.
Por ejemplo, en el caso de la luz: evitar el stand by, apagar las luces, ajustar la potencia contratada (o tener 2 potencias distintas), elegir bombillas LED, reducir la temperatura al lavar, tener la nevera a la temperatura correcta (5º para la nevera y -18º para el congelador), usar el calor residual para cocinar, etc.
FUENTES Y METODOLOGÍA
- Análisis de Kelisto.es. Última actualización: octubre 2024. Más información aquí.