¿Qué eran las cuentas de ahorro vivienda?
En la época del boom inmobiliario, el uso de las cuentas de ahorro vivienda se generalizó tanto que su apertura se convirtió en un paso más en el proceso de la compra de una vivienda. Estas cuentas remuneradas estaban presentes en el día a día de aquellas personas que estaban interesadas en comprar una casa o rehabilitarla. La razón: tenían ventajas fiscales frente al resto de productos de ahorro. La cosa cambió cuando, en 2013, el Gobierno decidió acabar con estos beneficios, dejando a este tipo de cuentas sin ningún atractivo a ojos de aquellos que querían adquirir una vivienda.
¿Para qué servían las cuentas de ahorro vivienda?
Las cuentas de ahorro vivienda tenían un objetivo muy definido: la compra de una primera casa o la rehabilitación del hogar. Eso sí, ambas acciones tenían que realizarse en un periodo determinado y cumpliendo ciertas condiciones. Por un lado, la compra debía hacerse en un tiempo máximo de cuatro años y la rehabilitación, en tres años. Si se cumplía con todo, el titular de la cuenta podía deducir el 15% de las cantidades aportadas en su IRPF, es decir, lo mismo que cuando se compraba una casa.
Ahora bien, a cambio, esas cuentas requerían que el titular realizara una serie de aportaciones periódicas a lo largo de un periodo determinado de tiempo para lograr una cantidad que más tarde se invirtiese en una vivienda o en su rehabilitación.
Características de una cuenta de ahorro vivienda
Las características que tenían este tipo de cuentas eran:
- Que gozaban de la protección del Fondo de Garantía de Depósitos, que aseguraba que pasara lo que pasara con tu banco, siempre se podría recuperar el dinero, hasta un máximo de 100.000 euros.
- Esta cuenta solía pagar un interés superior que una cuenta o libreta de ahorro.
- Hasta 2013 ofrecían ventajas fiscales.
¿Qué pasó con los que abrieron una cuenta de ahorro vivienda en 2011?
Las cuentas de ahorro vivienda se estuvieron comercializando hasta 2012, pero ¿qué ocurrió ese año? El Gobierno de España eliminó anunció que en 2013 se eliminaría la deducción fiscal que afectaba a estos productos y a la propia compra de vivienda, aunque quienes hubieran comprado una casa previamente, si seguirían contando con las ventajas fiscales.
Aquellos que abrieron su cuenta de ahorro vivienda antes de 2012, es decir, hasta 2011 a efectos de su declaración de la Renta, pudieron desgravarse el 15% de la cantidad aportada en su IRPF, a partir de 2012, ya no pudieron hacerlo Al perder su principal aliciente, las cuentas de ahorro vivienda sufrieron una caída en picado hasta su extinción.
Además, las personas optaron por elegir una cuenta remunerada de este tipo hasta 2011 (inclusive este año) tuvieron que adquirir una vivienda antes de 2015 porque de no comprarla en este periodo, tendrían que haber devuelto las cantidades que se dedujeron en su declaración de la renta junto con los intereses correspondientes.
Si tienes otras dudas relacionadas con la tributación de este y otros productos bancarios, te recomendamos que leas nuestro análisis sobre los mejores consejos para hacer la declaración de la renta.