Plazo es una entidad especializada en ofrecer productos bancarios. Dentro de su oferta destacan las cuentas bancarias de Plazo, con las que podrás ahorrar y realizar tu operativa bancaria diaria (como domiciliar recibos, hacer transferencias, pagar con la tarjeta asociada…).
Lo primero que debes saber sobre las cuentas corrientes de Plazo es que al abrirlas podrás ingresar allí tus ahorros y, como ocurriría con depósito a la vista, disponer de ellos cuando quieras: ya sea para hacer transferencias, retirar efectivo de forma gratuita a través de su red de cajeros y sucursales o pagar con la tarjeta que te ofrecerá la entidad al abrir una cuenta corriente con Plazo.
Entre sus características también destacan que son depósitos a la vista sencillos y fáciles de entender, aunque conviene leer la letra pequeña del contrato antes de firmarlo para evitar sorpresas. Esto puede ayudarte a descubrir qué comisiones son las que tendrás que pagar y cómo puedes evitarlo a través de la domiciliación de algunos pagos.
Otra de las ventajas de estos productos es que se tratan de cuentas sin comisiones de Plazo. Por lo tanto, la cuenta que abras en la entidad no te cobrará ningún gasto extra por operaciones básicas como transferencias bancarias (tanto dentro como fuera de España, hasta cierto límite), ingreso de cheques, mantenimiento de la cuenta y administración de la misma.
En cualquier caso, antes de decidirte por cualquiera de las cuentas de Plazo, te aconsejamos que tengas claras tus condiciones financieras y lo que te gustaría conseguir a través de tus ahorros, sobre todo si te interesa hacerte con una de las cuentas sin comisiones de Plazo o conseguir algún regalo o remuneración sobre tus ahorros.
En base a tu respuesta, podrás buscar si los productos de Plazo encajan con lo que necesitas en comparación con lo que te ofrecen otros bancos. Cuando ya hayas elegido la cuenta que más te interese, revisa bien la letra pequeña y todos los requisitos que te pidan para sacar partido a sus servicios.